Poncelet Cheese Bar, Madrid

Mi hogar dulce hogar está en Salamanca, pero me encantan las visitas a Madrid porque el riojano y yo aprovechamos para conocer restaurantes nuevos. A veces damos en el clavo y otras no tanto, pero esta vez hemos acertado con el Poncelet Cheese Bar, que estaba en nuestra lista desde hacía tiempo.

  

Primero pedimos una coca de zamburiñas, albahaca y mozzarella. ¡Una delicia! De lo que más me gustó. Lo que véis en la foto es la mitad del entrante, ya que tuvieron el detalle de servirnos todo lo que pedimos en raciones individuales.

  

Lo siguiente fueron unos falsos gnocchis de queso zamorano con salsa de tomate trufada. Para mí, demasiado sabor a queso. Ya sé que es un cheese bar, pero era un queso un poco fuerte y al final saturaba un poco. ¡Menos mal que lo pedimos entre dos!

Y por último, no podíamos irnos sin una tabla de quesos. Pedimos la tabla de quesos del día porque, a pesar de que nos chifla, no somos muy entendidos en la materia. Se compone de "una selección de 6 quesos que se encuentran en el momento óptimo para ser degustados", según nos dijo el camarero. Podéis verlos más abajo.

A mí el que más me gustó fue el de Asturias, La Peral Azul. ¡Qué sabor más bueno! Y eso que no soy mucho de quesos azules.

  

El precio no es de ganga, pero tampoco me pareció excesivo. Nos salió todo, con cervezas, Coca-colas y café, por poco más de 60€. Yo os lo recomiendo, ¡y os aseguro que no salimos con hambre! Repetiremos seguro, que el riojano se quedó con las ganas de pedir una fondue o una raclette.

  

¿Os ha entrado antojo de queso? Podéis consultar aquí la carta de platos y la carta de quesos. ¡Seguro que encontráis algo que os haga salivar! Merece la pena echarle un ojo antes de ir, si lo que queréis es degustar quesos. Así podréis decidir con calma cuáles escoger, porque hay tanta variedad que si no os haréis un lío.