Así es cómo las he hecho yo:
Paso a paso:
Ingredientes (para 3 personas):
- 6 patatas medianas.
- Aceite de oliva.
- Sal, pimienta negra, tomillo y ajo en polvo.
Paso a paso:
- Colocamos las patatas entre dos palillos de brocheta (o entre dos cubiertos) y hacemos a lo largo de la patata, con una separación de 3 o 4 mm. Es importante colocar los palillos, porque serán lo que impida que cortemos hasta el fondo y todas las "rodajas" se mantengan unidas.
- Ponemos un poco de aceite en el fondo de una bandeja y colocamos las patatas. Les echamos un poquito más de aceite a cada una por encima y un poco de sal (mejor si es en escamas), para que se abran un poco las rodajas.
- En un mortero, machacamos un puñadito de sal y las especias. Espolvoreamos la mitad de la mezcla sobre las patatas y reservamos la otra mitad. En un cuenco, mezclamos lo que ha sobrado con un chorro de aceite (el suficiente como para 6 patatas).
- Horneamos las patatas durante 5 minutos a 220ºC (el horno se tiene que precalentar) y sacamos la bandeja para verter por encima de cada patata el aceite con las especias. Volvemos a meter la bandeja para hornear a 200ºC durante 45 minutos, o hasta que las patatas estén hechas.
El truco de esta receta está en la paciencia. Es realmente fácil, pero huele tan bien que en seguida entran ganas de sacar las patatas del horno y comérselas... ¡no lo hagáis! Dejad que se hagan bien y del todo :)
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